Entre los requisitos que debe tener un niño para que se le diagnostique un trastorno del aprendizaje nos encontramos:
- Capacidad intelectual dentro de los límites normales.
- Deterioro significativo en uno o varios procesos: lectura, escritura, ortografía, cálculo o razonamiento.
- El problema ya estaba presente antes del inicio de la etapa escolar.
- La causa se debe a alteración neurobiológica del Sistema Nervioso Central.
- Persisten hasta la edad adulta.
- Requieren una intervención especializada.
En ACTIVA hemos desarrollado un recurso con el que intentamos trabajar y mejorar el rendimiento cognitivo y académico de niños que presenten trastornos del aprendizaje. Para ello diseñamos programas de intervención personalizados, los cuales se llevan a cabo en el propio domicilio, con la finalidad de mejorar el rendimiento cognitivo, corregir conductas disruptivas, y aportar al niño una serie de herramientas que pueda utilizar en los momentos en los que lo necesite.