¿Tu familiar tiene rechazo a ir a un Centro de día? Te ayudamos con algunas recomendaciones:

18 enero, 2019

En la mayoría de las ocasiones en las que una persona acude a nuestro Centro de Día para informarse de los servicios que prestamos, solemos escuchar frases como “mi padre/madre no va a querer venir” o “no sé cómo plantearle a mi marido/esposa la opción de venir a un Centro porque me preocupa que se lo tome mal”. Este tipo de comentarios se dan con mucha frecuencia y es precisamente uno de los factores que hacen más difícil a los familiares (normalmente hijos o cónyuges), la decisión de recurrir a la ayuda de un Centro de Día.

Por ello hemos realizado este post, para que las familias se sientan identificadas y vean que su situación no es excepcional o diferente a la del resto de personas que acuden a Centros de Día, y para dar algunas recomendaciones a la hora de “gestionar” las situaciones que pueden darse cuando se plantea la posibilidad de acudir a un Centro.

En primer lugar, debemos ponernos en el lugar de la persona a la que le vamos a sugerir la idea de ir a un Centro de Día, para poder entender su reacción y anticiparnos en la medida de lo posible a la situación. ¿Qué pensaríamos nosotros si nuestro hijo/a nos dijera que tenemos que ir a un Centro de Día? La respuesta puede depender de muchos factores, pero antes, debemos tener en cuenta que nuestra visión u opinión de los Centros de Día pueden ser muy diferentes a la de nuestros padres. ¿Por qué? Principalmente porque los más mayores no han conocido este tipo de Centros, y la experiencia más “cercana” que han tenido, ha sido la de las residencias geriátricas. Debido a esto, la idea que una persona mayor pueda tener de un Centro de Día, puede ser negativa y esto puede ser un motivo de rechazo.

Otro factor de rechazo muy frecuente se debe a que en muchas ocasiones las personas mayores no entienden la razón o las necesidades por las cuales acudir a un Centro de Día, ya que muchas veces no son conscientes de sus propias limitaciones.

La ausencia prolongada de relaciones sociales, así como el miedo a lo desconocido, son otros factores que hacen más difícil que una persona tenga predisposición positiva a la hora de ir a un Centro.

¿Qué podemos hacer para que nuestro familiar tenga mejor predisposición a acudir a un Centro de Día?

En primer lugar, debemos decir que no hay una solución o una respuesta única para esta cuestión, pero por nuestra experiencia, sí podemos dar algunas recomendaciones que esperamos os puedan servir de ayuda: 

  • En primer lugar, es muy aconsejable que se dé el mayor consenso familiar posible. Quizá pueda haber opiniones diferentes dentro del núcleo familiar (puede haber partidarios de otros recursos como residencia, ayuda domiciliaria, etc.), pero es fundamental que se exponga la situación para evitar conflictos. La “dependencia” es uno de los motivos por los que muchas familias se “rompen”, y por ello recomendamos que el respeto y la serenidad estén presenten en todas las conversaciones familiares. Este primer paso también es esencial para que la persona que va a plantear el Centro de Día, tenga la confianza de estar haciendo lo correcto.

 

  • Tener claros cuáles son los motivos por los que recurrir a los servicios que prestan los Centros especializados. Si buscamos la ayuda de un Centro de Día es porque queremos que nuestro familiar esté mejor atendido, más estimulado y a la postre, que mejore mejor calidad de vida. También debemos tener en cuenta que el cuidador principal suele acumular una sobrecarga muy alta y es fundamental “cuidar al cuidador” para que pueda realizar su labor de la mejor manera posible.

 

  • Es fundamental explicar qué es un Centro de Día, ya que como hemos dicho antes, muchas personas mayores pueden tener rechazo por no saber qué es exactamente o por asociarlo a una residencia geriátrica. Un Centro de Día, es un Centro sociosanitario de atención especializada, que tiene por objetivo potenciar o rehabilitar las capacidades físicas, cognitivas y psico-sociales de la persona. Para ello, desarrollamos un programa de actividades terapéuticas dirigidas por diferentes profesionales, como por ejemplo fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, o psicólogos. Además, en ACTIVA somos flexibles en horarios y días de asistencia al Centro, para adaptarnos a las necesidades de cada persona y cada familia.

 

  • Cabe destacar que el concepto de “acudir a un Centro a hacer rehabilitación” tiene una respuesta mucho más favorable que la de “acudir a un Centro de Día”. Por ello, en algunos casos recomendamos hacer hincapié en el término “rehabilitación”.

 

  • En determinados casos, recomendamos empezar poco a poco, por ejemplo, dos o tres días a la semana durante unas pocas horas para realizar determinadas actividades y que poco a poco se vaya ampliando el horario/días en función de la evolución y respuesta del usuario. Si desde el primer momento planteamos que nuestro familiar vaya al Centro todos desde primera hora y llegue a las 18 h. a casa, será más probable que le resulte más difícil y por lo tanto sea contraproducente, pero como hemos dicho antes, esto depende de cada persona y cada caso.

 

  • Antes de comunicarle algo al familiar en cuestión, es aconsejable acudir al Centro de Día y exponer la situación al director/a para que poder tener una recomendación personalizada. Como hemos comentado anteriormente, cada caso es un mundo, por lo que es fundamental explicar con detalle la situación. Por nuestra experiencia en el día a día, sabemos que lo que podemos recomendar desde nuestro Centro a una u otra familia, puede ser totalmente diferente en función de muchos de factores.

 

  • Si estamos seguros de que va a haber una respuesta negativa en cuanto a la posibilidad ir al Centro de Día, lo que recomendamos es evitar convencer al familiar sacando el tema de conversación continuamente, ya que lo más probable es que aumente su negación, llegue la frustración y finalmente el conflicto. En lugar de tratar de convencer mediante la palabra, lo más efectivo es que la propia persona pueda conocer el Centro en primera persona y ser partícipe en la decisión. Para ello, en nuestro Centro, una vez hemos informado a la familia, siempre ofrecemos una primera valoración del usuario de forma gratuita y sin ningún tipo de compromiso. Esta valoración es nuestra oportunidad para que el propio usuario nos conozca, se sienta cómodo y a gusto con nosotros y así, podamos eliminar los motivos por los cuales había rechazo a ir al Centro.

 

  • En algunos casos, la negación a acudir a un Centro se debe a la parte económica. Por ello es fundamental explicar las ayudas económicas que ofrece la Comunidad de Madrid a través de la Ley de Dependencia para hacer rehabilitación, terapias o los servicios que necesite la persona de un Centro de Día. En este enlace podéis encontrar más información respecto a las ayudas económicas: https://centrosactiva.com/cheque-servicio/

 

Estas son algunas recomendaciones generales que esperamos puedan serviros de ayuda, pero insistimos en la importancia de explicar el caso con detalle a la persona responsable del Centro al que os gustaría que acudiera vuestro familiar para poder tener una recomendación adaptada a vuestras circunstancias.

No obstante, nuestra experiencia nos demuestra que las personas que comienzan a acudir a nuestro Centro de Día “ACTIVA” en San Sebastián de los Reyes – Alcobendas, suelen adaptarse muy rápidamente al Centro. Esto se debe al trato que reciben los usuarios por parte de los profesionales, a  las actividades que realizan, a las relaciones sociales y amistades que se hacen en el Centro, a estar en un entorno agradable con luz natural y en definitiva, a que adquieren una rutina que les hace mejorar su calidad de vida.

 

Carlos Gallego Suárez

Director de ACTIVA “San Sebastián de los Reyes – Alcobendas”

Quizá te interese…

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *